El PJ y una opción que ¿favorece al MPN? - Piedra OnLine

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sábado, 10 de enero de 2015

El PJ y una opción que ¿favorece al MPN?

El peronismo neuquino tiene más de 22 mil afiliados. Es la segunda fuerza política en la provincia, por esa cantidad, superada lejos por el MPN, que tiene más de 100 mil. Sin embargo, irá a su tercera elección consecutiva con un candidato extrapartidario. Para decirlo bien, de otro partido.

En 2007, fue Horacio Quiroga, un radical que el kirchnerismo consideró entonces como apto para enfrentar al MPN (ganó el MPN, con Jorge Sapag, por 38,6% contra 34,7%). En 2011, fue Martín Farizano. Otro radical, que empecinadamente construyó un frente amplio que se desarmó a los 20 segundos del escrutinio (ganó el MPN, otra vez con Sapag, por 45,4% contra 34,1 %). Ahora, en 2015, será Ramón Rioseco, dueño de partido propio (Frente y la Participación Neuquina).

Así, en Neuquén, el Frente para la Victoria no ha tenido en las últimas tres elecciones un candidato peronista a Gobernador. Esto es objetivamente cierto, y es lo que ha unido a los peronistas –disidentes del sector que conduce Oscar Parrilli desde Buenos Aires y su hermana Nanci en Neuquén- para alzar una destemplada voz de protesta, que posiblemente, como en anteriores oportunidades, no altere nada ni produzca un cambio significativo.

Se sabía que desde la Casa Rosada se alentaba la candidatura de Rioseco. Por una sencilla razón: es, de todos los posibles candidatos K o más o menos K, el que mejor mide en las encuestas, y el que puede asegurar que un distrito populoso, como es el de Cutral Co-Huincul, conceda miles de votos a esta opción electoral.

Se sabía también que esta apuesta por Rioseco, favorece indirectamente las posibilidades de continuidad en el gobierno del MPN, con sus jóvenes candidatos debutantes en estas lides de ligas mayores, Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa. Fundamentalmente, porque de haber ido Rioseco con el capitalino Horacio Quiroga, hubiera incrementado las posibilidades de triunfo para una opción decididamente anti-K, con derrumbe del MPN incluido.

Esta, pues, es una especulación legítima que hace la política neuquina sobre los últimos acontecimientos. Había sido anticipada también desde el bunker quiroguista, cuando se decidió lanzar la consigna de que el ministro de Economía Gutiérrez era candidato también de la presidente Cristina Fernández, y que el kirchnerismo local era una segunda opción para quitarle votos a quienes van contra los oficialismos en esta coyuntura.

La Casa Rosada, desde el 2007, tiene en el MPN un aliado. Con independencia, y medio retobado a veces, pero un aliado al fin. En aquel año, cuando se jugaba por primera vez a Cristina Fernández como candidata al sillón todavía ocupado por su esposo, Néstor Kirchner, y solo unos meses antes de los comicios neuquinos, alguien le preguntó al santacruceño a quién tenía como candidato seguro en Neuquén.

“A Jorge Sapag”, dicen que dijo, con una sonrisa pícara.

Con el anuncio formal, este sábado, de lo que sería (según se afirmaba este viernes, aunque no oficialmente) la fórmula Ramón Rioseco- Alberto Ciampini, se tendrá en claro que el kirchnerismo nacional eligió para Neuquén una estrategia muy simple: la de favorecer la continuidad, o lo más cercano a la continuidad, para sus propios intereses.

Que estos sean, o puedan ser, los planes, no implica que suceda así. Puede pasar que gane el MPN, pero la fidelidad de este partido provincial de larga experiencia, duraría lo que pueda durar el kirchnerismo en el poder. Es decir, probablemente, durante las PASO y los comicios generales nacionales. Después, el MPN ya tiene pensado resetearse como una computadora, y acomodar sus bites a la nueva situación, con quien sea el ganador, que podrá ser muy K al principio, poco K, o nada K, pero que inexorablemente, al cabo de un tiempo, irá construyendo su propio poder, su propio ciclo. Allí estará, si gana, el MPN.

Y puede pasar también que no gane el MPN. Que se imponga el challenger en la pelea, y Neuquén decida en mayo apuntarle a otro proyecto que nada tenga que ver con el actual kirchnerismo. También puede ser, y esto sería tan significativo en Neuquén, causaría tal impacto, que haría incluso olvidar lo que durante estos años ha sido tan importante, el alineamiento o no con el gobierno nacional.

Será más difícil que la tercera posibilidad se registre. Es decir, que gane el candidato del Frente para la Victoria. La fórmula parece más pensada para complementar y respaldar continuidades, que para producir un cimbronazo auténtico.

Pero estas, claro, son simples especulaciones. Se consignan aquí porque de hecho existen en el ambiente político, se comentan, con mayor o menor profundidad, con mayor o menor grado de certeza.

Decidirá, como siempre, la ciudadanía, una vez que el gobernador Jorge Sapag considere que ya está todo listo, que se esperó todo lo que había que esperar, y fije entonces, la bendita fecha de las próximas elecciones.

Rubén Boggi