Jorge Sapag no fue a Washington y Marcelo Bermúdez prepara su retirada para darle paso a Horacio Quiroga. - Piedra OnLine

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domingo, 31 de mayo de 2015

Jorge Sapag no fue a Washington y Marcelo Bermúdez prepara su retirada para darle paso a Horacio Quiroga.

Por gerardo bilardo gbilardo@rionegro.com.ar

Jorge Sapag se bajó del avión que lo iba a trasladar a Washington para negociar créditos en organismos multilaterales, Marcelo Bermúdez está pensando en bajarse de la candidatura a intendente para que Horacio Quiroga se transforme en el aspirante natural a la reelección en la ciudad de Neuquén y en Plaza Huincul, en medio de un proceso electoral muy manoseado, se insiste en bajar a Gustavo Iril como ganador de las elecciones que se celebraron el 17 de este mes.

Por el sube y baja pasaron también hombres y mujeres del MPN que tenían intenciones de presentarse en la próxima interna del partido que se llevará a cabo el último domingo de junio para definir las candidaturas a los cargos municipales en la capital. Al cabo de una jornada de tensas negociaciones y cargada de versiones, dos sectores se presentaron para esta competencia. Y uno de los competidores se parece a un sparring, sin potencia suficiente para complicar los planes del oficialismo que propone al actual concejal Pablo Bongiovani como precandidato a intendente.

Aunque las elecciones se deben ganar en el terreno y no mirando el horóscopo, existe un argumento político de fuerte presencia en el MPN que consiste en demostrar que sus candidatos surgen de internas partidarias, aunque sean de baja intensidad. Sapag lo utilizó con insistencia en la puja por la gobernación, mostrando que la única fuerza política que atravesó por una interna fue el MPN.


En este contexto se puede inscribir la pulseada que mantendrá Bongiovani con la sorpresiva lista de dirigentes barriales del partido que encabeza Leticia Bravo.

El armado de la lista del oficialismo dejó heridas en el gobierno. La más lastimada resultó ser la ministra de Gobierno, Educación y Justicia, Zulma Reina, que el viernes amenazó con presentar su renuncia. La funcionaria tenía aspiraciones de pelear por la intendencia de Neuquén y sintió que Sapag, al hacer opción por Bongiovani, le bloqueó el camino, dejaron trascender desde el entorno de la cartera que conduce.

A nivel provincial, los tiempos políticos por venir son de definición de gobiernos municipales en cinco ciudades. En el firmamento electoral aparece una estrella, la ciudad de Neuquén.

Quiroga sigue sin ponerle fecha precisa al comicio local, aunque con mirada política telescópica va calibrando el momento. No llamará para el 27 de septiembre por un pedido que le hizo el obispo Virginio Bressanelli –en esa fecha se realiza una tradicional peregrinación que parte de Neuquén y finaliza en Centenario–, sino para el 20 de ese mes o el 4 de octubre.

El jefe del municipio bromea con que decidirá en un partido de truco la candidatura a intendente con Bermúdez, su secretario de Coordinación. "Irá el que esté mejor posicionado en las encuestas", ajustó, sin chascarrillo, una fuente oficial del municipio.

En el misterioso juego de fechas y candidaturas hay alguna certeza. Cuando le preguntan a Quiroga cuál es la única variable segura, responde: "No voy a ser candidato a diputado nacional".

Como aspirante a la gobernación, el intendente perdió las elecciones provinciales pero salió segundo en la ciudad de Neuquén. Tras la derrota volvió a poner la mirada en la gestión con mayor intensidad. Hizo ajustes en el gabinete y comenzó a recomponer el vínculo con Sapag, afectado por los cruces verbales de la campaña provincial. "No hay rencores con el gobernador", repite Quiroga entre los que integran el primer círculo de confianza.

En esa intimidad primaria, el intendente sostiene que hay que planificar la ciudad del millón de habitantes. Reconoce que tiene planes a futuro si le dan otra oportunidad de gestión. Una sería la mudanza del edificio municipal al oeste, sobre un terreno elevado en la esquina de las calles Novella y Godoy, a pocos metros del lugar donde funciona la actual delegación.

También podría impulsar una revisión del contenido de la Carta Orgánica para desarmar uno de los proyectos que él impulsó cuando fue convencional: el de la renovación por mitades del Concejo Deliberante. El autor de esa reforma valora hoy el artículo en cuestión como un "grave error".

En ciertos ámbitos del MPN se preguntan si Bongiovani es el candidato con mayores posibilidades de recuperar el control de la ciudad, perdido por el oficialismo en diciembre de 1999, o si se trata del futuro sparring de Quiroga. Es un planteo que proviene, en parte, de sectores despechados.

A simple vista, se podría inferir que el actual concejal, que también es diputado provincial electo, forma parte de la renovación generacional que promueve Sapag. Las especulaciones sobre un eventual pacto no explicitado de convivencia con Quiroga se podrán comprobar o no con el transcurso del tiempo.

Si no se le escapan integrantes, el intendente tendrá influencia, a partir del 10 de diciembre, sobre una fuerza legislativa de cinco bancas que puede ayudar a gobernar al MPN. Es una herramienta de negociación para sentarse a hablar con la primera minoría que, en esta ocasión, llega a la Legislatura con menos fuerza que en otros períodos.

Quiroga se define como un intendente que no genera problemas a los gobiernos provinciales –"no les pido un mango", suele repetir– y sostiene que, por el contrario, fueron los jefes comunales del MPN los que más dolores de cabeza les provocaron a los gobernadores del partido provincial.

Esa mirada transforma en razonable el argumento de aquellos que ven la gestión municipal en convivencia estratégica con el oficialismo provincial.