Así lo confirmaron ayer por la tarde fuentes del gobierno provincial, quienes aseguraron que la dimisión no tiene vuelta atrás y que su ida significa una pérdida importante. Indicaron que Jorge Sapag intentó convencerla de que terminara su mandato, al considerarla una pieza fundamental de su gestión, pero que nada de eso fue posible.
LM Neuquén había anticipado el miércoles que la titular de Gobierno, Educación y Justicia analizaba con fuerza dejar el gabinete luego de que no fuera tenida en cuenta como posible candidata a intendenta de la ciudad en representación del Movimiento Popular Neuquino (MPN) después del frustrado intento de 2011, donde quedó en el camino a partir de que se consensuó un candidato, que en ese caso fue José Brillo.
“Está más que enojada, está decepcionada. El enojo se pasa, lo otro no”, graficaron días atrás desde su entonces ministerio. Esa expresión fue, para muchos, la gran razón de su alejamiento, aunque ayer ninguno quiso pronunciarlo públicamente. Sí hubo quienes, a modo de reafirmar esta premisa, dejaron en claro que Reina había canalizado toda su energía en ser candidata y que, como nada de eso le fue ofrecido, las energías se fueron desgastando.
Si bien muchos confiaban en que una charla con el gobernador le haría cambiar de opinión, hoy esas especulaciones quedaron en el pasado y la renuncia de la ministra es oficial.
La funcionaria manejaba una cartera importante del Ejecutivo y acompañó a Sapag como ministra desde 2007, es decir, fue parte de las dos últimas gestiones de gobierno. En estos meses se había hecho cargo de manera transitoria de la titularidad de Desarrollo Social tras la partida de Alfredo Rodríguez, un lugar que finalmente recayó en Mariano Gaido.
LM Neuquén había anticipado el miércoles que la titular de Gobierno, Educación y Justicia analizaba con fuerza dejar el gabinete luego de que no fuera tenida en cuenta como posible candidata a intendenta de la ciudad en representación del Movimiento Popular Neuquino (MPN) después del frustrado intento de 2011, donde quedó en el camino a partir de que se consensuó un candidato, que en ese caso fue José Brillo.
“Está más que enojada, está decepcionada. El enojo se pasa, lo otro no”, graficaron días atrás desde su entonces ministerio. Esa expresión fue, para muchos, la gran razón de su alejamiento, aunque ayer ninguno quiso pronunciarlo públicamente. Sí hubo quienes, a modo de reafirmar esta premisa, dejaron en claro que Reina había canalizado toda su energía en ser candidata y que, como nada de eso le fue ofrecido, las energías se fueron desgastando.
Si bien muchos confiaban en que una charla con el gobernador le haría cambiar de opinión, hoy esas especulaciones quedaron en el pasado y la renuncia de la ministra es oficial.
La funcionaria manejaba una cartera importante del Ejecutivo y acompañó a Sapag como ministra desde 2007, es decir, fue parte de las dos últimas gestiones de gobierno. En estos meses se había hecho cargo de manera transitoria de la titularidad de Desarrollo Social tras la partida de Alfredo Rodríguez, un lugar que finalmente recayó en Mariano Gaido.
