La reacción no se hizo esperar en nuestro paĆs, pero fundamentalmente surgieron las voces de distintas funcionarios y legisladores de otros paĆses, aclarando que la aplicación de dicha clĆ”usula estĆ” establecida, especĆficamente, para golpes de Estado o peligro de quiebre del orden democrĆ”tico, donde su implementación debe decidirse por consenso de los paĆses miembros.
El próximo 6 de diciembre se realizan elecciones parlamentarias en Venezuela, con lo cual queda en evidencia que se ha montado una operación polĆtica y mediĆ”tica, que incluyó la venida de la esposa de Leopoldo López.
Este dirigente de la oposición venezolana estÔ condenado por promover el derrocamiento del presidente NicolÔs Maduro e instigar movilizaciones para cumplir con ese objetivo, en las cuales hubo ataques a distintos tipos de instituciones públicas e inclusive varios muertos. Leopoldo López es un golpista.
Por eso, que Mauricio Macri pida por su situación es, totalmente, contrario al espĆritu y la letra de la clĆ”usula que busca preservar el propio sistema democrĆ”tico entre los miembros del Mercosur.
Esto, que en los hechos no tiene viabilidad, muestra el alineamiento de la futura polĆtica exterior argentina con la derecha norteamericana y el Departamento de Estado del gobierno de Barack Obama.
A esas declaraciones se le suman otras, donde se afirma la intención de avanzar con los Tratados de Libre Comercio (TLC) –en particular con la Unión Europea– y se expresan intenciones de acordar con la Alianza del PacĆfico, con lo cual se abren enormes interrogantes sobre la impronta que el gobierno que asume el 10 de diciembre va a darle al Mercosur y otros organismos de integración regional. A esto hay que agregarle el anuncio, del futuro presidente de plantear en el Congreso la derogación del MemorĆ”ndum con IrĆ”n.
Ya no es una presunción, claramente nos dirigimos, con estos anuncios, a establecer una versión actualizada de las relaciones carnales de los 90.
Es evidente que ha existido una subestimación de la capacidad de la derecha latinoamericana para resignificarse y transformarse en opción de poder institucional.
Si bien sus programas y propuestas no parecen diferir de las conocidas y padecidas dĆ©cadas pasadas, es necesario avanzar en el anĆ”lisis mucho mĆ”s allĆ” de diagnosticar cuĆ”ndo harĆ”n eclosión o el costo para los sectores populares. De prosperar esta polĆtica macrista, se destruirĆ” todo lo construido en tĆ©rminos de integración regional.
La formulación de contenidos o ideas-fuerza, que en la Argentina se sintetizó en la palabra “cambio”, y su instrumentación por los medios hegemónicos de comunicación, a lo cual se le sumó un trabajo territorial donde estos conceptos fueron trasladados boca a boca, en reuniones y encuentros a lo largo de todo el territorio nacional en los Ćŗltimos aƱos, explicitan otro modelo de trabajo de la derecha que debe ser comprendido en su real dimensión.
Es importante, tambiĆ©n, referenciar el rol del Poder Judicial en todas nuestras naciones donde Ć©ste ha sido absolutamente funcional a las grandes corporaciones, para entorpecer o retardar la aplicación de legislaciones que expresaran la nueva situación que se vivĆa en cada paĆs y la región.
Estamos frente a un escenario polĆtico, cualitativamente diferente, que necesita de la unidad, pero tambiĆ©n de definir los alcances y caracterĆsticas de la construcción que los sectores nacionales y populares de todo el continente hagan para enfrentar esta situación en el mediano y largo plazo.
* Director de Ideal CTA. (PƔgina12)
