La revolución de la alegría no ofrece descanso. O sí, un descanso permanente, angustiante y sin goce de sueldo. En esta ocasión son 700 personas las que trabajaban en la metalúrgica SIDERAR de Ramallo y fueron cesanteadas por las empresas contratistas para las que ejercían tareas.
Ternium-Siderar -perteneciente al grupo Techint- acordó con las contratistas, con las cuales tiene convenios, una reducción del 10% de la plantilla laboral. Hasta el momento son 700 los trabajadores despedidos aunque se espera que el número aumente en las siguientes semanas.