En el país de Mandela el Mundial se vive con la intensidad de lo único e irrepetible. - Piedra OnLine

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domingo, 6 de junio de 2010

En el país de Mandela el Mundial se vive con la intensidad de lo único e irrepetible.


Sudáfrica se prepara para un hecho que marcará a fuego la historia del país.
Estridentes vuvuzelas y un mar de camisetas amarillas moviéndose por las calles: a una semana del inicio del Mundial, los sudafricanos viven en una fiesta.

"¡Que suenen las vuvuzelas!", cantaba en zulú Nomsa, una joven de 20 años que trabaja en el aeropuerto O. R. Tambo, puerta de entrada a Johannesburgo.

El lugar es el único de la ciudad en el que el amarillo de los Bafana-Bafana no es mayoritario. Pierde ante los aviones que escupen pasajeros ataviados con la camiseta de Honduras, Italia, Argentina, Inglaterra, Francia, España y un largo etcétera. Pero ya en la ciudad el ambiente es otro.

"Tenemos un mejor DT que un año atrás en la Copa Confederaciones, pero será muy difícil", dice Ryan Wuest, ex arquero.

Wuest, de 29 años, atajó en equipos de Sudáfrica y Chipre, y cree que Sudáfrica puede pasar a octavos y enfrentar a Argentina. ¿La clave? Que Francia "puede irse en la primera ronda". Estará el viernes 11 en el estadio Soccer City, escenario del partido inaugural entre Sudáfrica y México.

Sigue abierta la incógnita de si el ex presidente sudafricano Nelson Mandela ocupará una butaca. "Madiba" recibió el jueves a la selección loca, no habló y planteó muchas dudas. La presencia de Mandela es una incógnita que persistirá varios días.

Para otros el Mundial ya es pasado. Es el caso de los lesionados Didier Drogba y del inglés Rio Ferdinand. Con el marfileño afuera, el Mundial pierde una de sus estrellas, pero ya es tarde para lamentos, porque Sudáfrica 2010 está a la vuelta de la esquina.

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