Mirtha Legrand afirmó que el represor Astiz la engañó para sacarse una foto

En medio de una disputa con el actor Federico Luppi, la diva de la televisión sostuvo que cayó en "la trampa" de la dictadura.

Buenos Aires (NA) > La conductora de televisión Mirtha Legrand relató ayer cómo fue su encuentro con el represor Alfredo Astiz durante la dictadura y aseguró que cayó en "una trampa", después de un nuevo cruce con el actor Federico Luppi, quien la acusó de "gorila".
En su conocido programa televisivo, Legrand recordó un episodio que había guardado durante décadas, ocurrido en los años 70, cuando conoció a Astiz -según afirmó- en una confitería ubicada al lado de su casa.

Robar una foto
La conductora dijo que durante el cumpleaño de la dueña del local Astiz se le acercó, la saludó y justo en ese momento apareció un fotógrafo que registró la escena: "Lo que yo pienso hasta el día de hoy es que caí en una trampa", remarcó.
Legrand señaló que se sorprendió al verlo al represor Emilio Eduardo Massera sentado junto a su mujer en otro sector del salón.
Es más, dijo que le preguntó a su hermana si efectivamente se trataba del integrante de la Junta Militar que tomó por asalto el poder en 1976 tras un golpe de Estado.
Acerca de su encuentro con el ex capitán de fragata de la Armada, indicó: "Miro así y veo que avanza Astiz. Le digo a mi hermana, ''''me parece que el que viene es Astiz'''' y mi hermana me dice, ''''Sí, es Astiz''''. Yo lo miro, se acerca y me dice, ''''¿Cómo está señora Legrand?'''' Le digo, ''''¿usted es Astiz, no?'''' Me dice, ''''Sí''''. Me da la mano". Agregó que Astiz le comentó que era "un gran admirador" de ella: "La admiro muchísimo", le dijo el "Ángel Rubio".
La Chiqui insistió en que cayó en "una trampa" porque cuando Astiz la saludó apareció un fotógrafo para registrarlo. Y la revista Gente publicó esa foto, indicó la conductora.
"Pasó hace mucho tiempo y nunca lo conté", manifestó Legrand.