Alejandro Vidal, presidente del comité capital de la UCR, funcionario municipal y aspirante a presidir su partido a nivel provincial, da su opinión aquí sobre los aportes no reintegrables hechos por el gobierno neuquino a municipios.
“En este país hacer las cosas bien es un castigo”, dicen que fue la reflexión de uno de los intendentes opositores que fue excluido de los regalos extraordinarios de fin de año realizados por el gobernador Jorge Sapag. Utilizar discrecionalmente los fondos públicos favoreciendo a los aliados políticos pareciera ser el corolario de los decretos que sobre el fin de año firmó el gobernador.
La arbitrariedad con que se distribuyeron los aportes no reintegrables, permite inferir que sin ruborizarse, Jorge Sapag destinó fondos públicos para financiar la campaña interna por la gobernación que lo tiene como principal protagonista. Los principales beneficiarios de los regalitos navideños fueron curiosamente los Intendentes de Vista Alegre (Marcelo Pieroni) y de Senillosa (Raúl Béttiga), presidente y vicepresidente primero de la Convención del Movimiento Popular Neuquino, organismo partidario copado por el sector afín al gobernador, integrado además por la llamada liga de intendentes que, obviamente, también fue convidada al festín de fin año.
Mientras el gobernador solucionaba los problemas de caja, producto de los despilfarros de sus adláteres, varias de las comunas gobernadas por partidos de distinto signo al del MPN, mantienen acreencias de larga data sin poder lograr que el gobierno provincial asuma al menos un compromiso de pago. Es el caso por ejemplo de las municipalidades de Cutral Co y Neuquén a las que la provincia les debe, 3 millones a la primera y alrededor de 30 millones a la ciudad capital.
A pesar de la millonaria deuda, la Municipalidad de Neuquén es una de las únicas que cumple con regularidad los pagos al Instituto de Seguridad Social del Neuquén, sin haber podido lograr oportunamente conciliar esta deuda que mantiene la provincia con la que la tenía entonces el municipio con el organismo.
Por todo lo enunciado es que volvemos a subrayar la reflexión del jefe comunal de una de las ciudades del interior provincial más castigadas por el gobierno provincial, “en esta provincia hacer las cosas bien es un castigo”. Mientras algunos gobiernan en beneficio de todos, otros toman los aportes de todos los neuquinos para garantizar su propia reelección.
Estas actitudes dejan en claro la necesidad de cambiar definidamente la matriz política de nuestra provincia que desde hace casi medio siglo es gobernada por el MPN merced a la utilización espuria de los recursos del Estado para reciclarse en la permanencia del poder.
Soplan vientos de cambio, el final de este 2011 será muy distinto al reciente, habrá un solo regalo para todos los neuquinos, y será un nuevo gobierno, seguramente encabezado por el actual intendente de Neuquén, Martín Farizano.
Alejandro Vidal
“En este país hacer las cosas bien es un castigo”, dicen que fue la reflexión de uno de los intendentes opositores que fue excluido de los regalos extraordinarios de fin de año realizados por el gobernador Jorge Sapag. Utilizar discrecionalmente los fondos públicos favoreciendo a los aliados políticos pareciera ser el corolario de los decretos que sobre el fin de año firmó el gobernador.
La arbitrariedad con que se distribuyeron los aportes no reintegrables, permite inferir que sin ruborizarse, Jorge Sapag destinó fondos públicos para financiar la campaña interna por la gobernación que lo tiene como principal protagonista. Los principales beneficiarios de los regalitos navideños fueron curiosamente los Intendentes de Vista Alegre (Marcelo Pieroni) y de Senillosa (Raúl Béttiga), presidente y vicepresidente primero de la Convención del Movimiento Popular Neuquino, organismo partidario copado por el sector afín al gobernador, integrado además por la llamada liga de intendentes que, obviamente, también fue convidada al festín de fin año.
Mientras el gobernador solucionaba los problemas de caja, producto de los despilfarros de sus adláteres, varias de las comunas gobernadas por partidos de distinto signo al del MPN, mantienen acreencias de larga data sin poder lograr que el gobierno provincial asuma al menos un compromiso de pago. Es el caso por ejemplo de las municipalidades de Cutral Co y Neuquén a las que la provincia les debe, 3 millones a la primera y alrededor de 30 millones a la ciudad capital.
A pesar de la millonaria deuda, la Municipalidad de Neuquén es una de las únicas que cumple con regularidad los pagos al Instituto de Seguridad Social del Neuquén, sin haber podido lograr oportunamente conciliar esta deuda que mantiene la provincia con la que la tenía entonces el municipio con el organismo.
Por todo lo enunciado es que volvemos a subrayar la reflexión del jefe comunal de una de las ciudades del interior provincial más castigadas por el gobierno provincial, “en esta provincia hacer las cosas bien es un castigo”. Mientras algunos gobiernan en beneficio de todos, otros toman los aportes de todos los neuquinos para garantizar su propia reelección.
Estas actitudes dejan en claro la necesidad de cambiar definidamente la matriz política de nuestra provincia que desde hace casi medio siglo es gobernada por el MPN merced a la utilización espuria de los recursos del Estado para reciclarse en la permanencia del poder.
Soplan vientos de cambio, el final de este 2011 será muy distinto al reciente, habrá un solo regalo para todos los neuquinos, y será un nuevo gobierno, seguramente encabezado por el actual intendente de Neuquén, Martín Farizano.
Alejandro Vidal
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