
Desde la empresa Lago Escondido sostienen que en el momento de la compra de las tierras el camino Tacuifà no llegaba hasta el lugar donde luego se construyó la mansión de Joe Lewis. Responden a declaraciones del juez Victor Sodero Nievas.
(Prensa Lago Escondido).- Desde la empresa Lago Escondido S.A. queremos seƱalar que nos causa gran preocupación las declaraciones pĆŗblicas que efectuó el juez VĆctor Sodero Nievas en la entrevista al diario Tiempo Argentino.
La inquietud se plantea no porque el juez tal vez estƩ anticipando un fallo desfavorable a la empresa, sino porque a todas luces estƔ asegurando que su fallo estarƔ cargado de subjetividades, parcialidades y juicios de valor que no son propios de tan alta investidura judicial.
Resulta muy llamativo que justamente un miembro el Superior Tribunal de Justicia de RĆo Negro se preste al juego mediĆ”tico y ventile pĆŗblicamente opiniones propias que se niega a brindar a la parte que -en este caso- perjudicarĆ”.
Sin embargo, tras las declaraciones de Sodero Nievas y la confirmación de sus aspiraciones polĆticas como candidato a Gobernador por el Peronismo Federal, nos llaman a pensar que detrĆ”s de una decisión judicial puede esconderse una especulación polĆtica demagógica y carente de objetividad, Ćŗtil sólo a los objetivos de quien debiera administrar justicia y sus aliados polĆticos.
Resulta de una gravedad escandalosa que un juez del STJ salga a dar semejantes declaraciones a la prensa, en medio de una causa judicial que dista de estar resuelta y que por el contrario, estÔ aguardando una determinación.
Sodero Nievas expone que “hay varias mansiones sobre el sendero pĆŗblico”, cuando en realidad las viviendas estĆ”n construidas sobre un camino de uso privado que era inexistente antes de que la estancia Lago Escondido se constituyera como tal.
Asimismo, notamos que Sodero Nievas incurre nuevamente en otra opinión personal, lo cual es muy grave, ya que consideró que “la confianza y el respaldo a Lewis estĆ” llegando a su fin. Hoy se corrió el velo y la gente sabe que este seƱor no puede tener un coto de caza privado, asĆ como asĆ”.
DemÔs estÔ decir, que el juez intencionadamente falta a la verdad, ya que la estancia Lago Escondido no es un coto de caza privado sino todo lo contrario y basta con recorrer su extensión para constatar cómo se protege el medio ambiente, la vegetación, la flora y la fauna autóctona y exótica de la zona. Lago Escondido es, en los hechos, una reserva natural celosamente cuidada.
Recordamos una vez mĆ”s, que en 1996 adquirimos una propiedad a la familia Montero de 8.500 hectĆ”reas. En su tĆtulo y en su mensura no constaba, ni consta a la fecha, la existencia de ningĆŗn camino pĆŗblico como acceso al lago Escondido.
Por tal razón y sin que nadie lo solicite constituimos una servidumbre de paso gratuita a favor de la Provincia que actualmente une las costas del lago con el sector pĆŗblico mĆ”s cercano, la Reserva Natural RĆo Azul - Lago Escondido.
Esta servidumbre fue aceptada por la Provincia y hoy puede ingresar libremente todo aquel que lo desee
Por razones polĆticas, hoy se pretende convertir en pĆŗblica la vieja huella construida y mantenida por la familia Montero, que nunca estuvo abierta a la ciudadanĆa en general, que nunca estuvo registrada como tal, ni considerada pĆŗblica por organismo alguno.
Este despropósito, jurĆdico debe ser resuelto por el Superior Tribunal de Justicia, del cual forma parte Sodero Nievas.
Consta en el expediente judicial que dicha huella de los Montero siempre fue privada, consta que no forma parte de la red pública de caminos, consta en el expediente que para hacerla transitable se deberÔn hacer obras faraónicas y consta que el Gobierno Provincial, representado por el Fiscal de Estado, afirma que se trata de un camino privado.
Pero hoy, ya no tenemos dudas que el propio Sodero Nievas es la parte mĆ”s interesada en un expediente donde el es juez y donde deberĆa ser imparcial. Hoy no tenemos dudas que el propio juez y parte, es el mĆ”s decidido a violar la propiedad privada y desacreditar la fe pĆŗblica que impone el Registro de la propiedad y de catastro.
Que polĆticos mientan u oculten la realidad de los registros oficiales es grave, pero que un miembro del Superior Tribunal de Justicia desconozca un registro que da fe pĆŗblica, base de las transacciones inmobiliarias, constituye una deshonra al Poder Judicial y sumerge a los rionegrinos en una inseguridad jurĆdica total.
Por todo lo expuesto, repudiamos al juez VĆctor Sodero Nievas, por sus declaraciones pĆŗblicas y manifiestas contra la empresa Lago Escondido, que carecen de imparcialidad, objetividad y no hacen a la ecuanimidad que debe poseer por pertenecer a un organismo tan respetado e importante como el Superior Tribunal de Justicia que deberĆa resolver imparcialmente en el litigio que en esa instancia se lleva adelante. AdemĆ”s, se adjunta una imagen tomada hace 16 aƱos, cuando Joe Lewis adquirió las tierras a la familia
(Prensa Lago Escondido).- Desde la empresa Lago Escondido S.A. queremos seƱalar que nos causa gran preocupación las declaraciones pĆŗblicas que efectuó el juez VĆctor Sodero Nievas en la entrevista al diario Tiempo Argentino.
La inquietud se plantea no porque el juez tal vez estƩ anticipando un fallo desfavorable a la empresa, sino porque a todas luces estƔ asegurando que su fallo estarƔ cargado de subjetividades, parcialidades y juicios de valor que no son propios de tan alta investidura judicial.
Resulta muy llamativo que justamente un miembro el Superior Tribunal de Justicia de RĆo Negro se preste al juego mediĆ”tico y ventile pĆŗblicamente opiniones propias que se niega a brindar a la parte que -en este caso- perjudicarĆ”.
Sin embargo, tras las declaraciones de Sodero Nievas y la confirmación de sus aspiraciones polĆticas como candidato a Gobernador por el Peronismo Federal, nos llaman a pensar que detrĆ”s de una decisión judicial puede esconderse una especulación polĆtica demagógica y carente de objetividad, Ćŗtil sólo a los objetivos de quien debiera administrar justicia y sus aliados polĆticos.
Resulta de una gravedad escandalosa que un juez del STJ salga a dar semejantes declaraciones a la prensa, en medio de una causa judicial que dista de estar resuelta y que por el contrario, estÔ aguardando una determinación.
Sodero Nievas expone que “hay varias mansiones sobre el sendero pĆŗblico”, cuando en realidad las viviendas estĆ”n construidas sobre un camino de uso privado que era inexistente antes de que la estancia Lago Escondido se constituyera como tal.
Asimismo, notamos que Sodero Nievas incurre nuevamente en otra opinión personal, lo cual es muy grave, ya que consideró que “la confianza y el respaldo a Lewis estĆ” llegando a su fin. Hoy se corrió el velo y la gente sabe que este seƱor no puede tener un coto de caza privado, asĆ como asĆ”.
DemÔs estÔ decir, que el juez intencionadamente falta a la verdad, ya que la estancia Lago Escondido no es un coto de caza privado sino todo lo contrario y basta con recorrer su extensión para constatar cómo se protege el medio ambiente, la vegetación, la flora y la fauna autóctona y exótica de la zona. Lago Escondido es, en los hechos, una reserva natural celosamente cuidada.
Recordamos una vez mĆ”s, que en 1996 adquirimos una propiedad a la familia Montero de 8.500 hectĆ”reas. En su tĆtulo y en su mensura no constaba, ni consta a la fecha, la existencia de ningĆŗn camino pĆŗblico como acceso al lago Escondido.
Por tal razón y sin que nadie lo solicite constituimos una servidumbre de paso gratuita a favor de la Provincia que actualmente une las costas del lago con el sector pĆŗblico mĆ”s cercano, la Reserva Natural RĆo Azul - Lago Escondido.
Esta servidumbre fue aceptada por la Provincia y hoy puede ingresar libremente todo aquel que lo desee
Por razones polĆticas, hoy se pretende convertir en pĆŗblica la vieja huella construida y mantenida por la familia Montero, que nunca estuvo abierta a la ciudadanĆa en general, que nunca estuvo registrada como tal, ni considerada pĆŗblica por organismo alguno.
Este despropósito, jurĆdico debe ser resuelto por el Superior Tribunal de Justicia, del cual forma parte Sodero Nievas.
Consta en el expediente judicial que dicha huella de los Montero siempre fue privada, consta que no forma parte de la red pública de caminos, consta en el expediente que para hacerla transitable se deberÔn hacer obras faraónicas y consta que el Gobierno Provincial, representado por el Fiscal de Estado, afirma que se trata de un camino privado.
Pero hoy, ya no tenemos dudas que el propio Sodero Nievas es la parte mĆ”s interesada en un expediente donde el es juez y donde deberĆa ser imparcial. Hoy no tenemos dudas que el propio juez y parte, es el mĆ”s decidido a violar la propiedad privada y desacreditar la fe pĆŗblica que impone el Registro de la propiedad y de catastro.
Que polĆticos mientan u oculten la realidad de los registros oficiales es grave, pero que un miembro del Superior Tribunal de Justicia desconozca un registro que da fe pĆŗblica, base de las transacciones inmobiliarias, constituye una deshonra al Poder Judicial y sumerge a los rionegrinos en una inseguridad jurĆdica total.
Por todo lo expuesto, repudiamos al juez VĆctor Sodero Nievas, por sus declaraciones pĆŗblicas y manifiestas contra la empresa Lago Escondido, que carecen de imparcialidad, objetividad y no hacen a la ecuanimidad que debe poseer por pertenecer a un organismo tan respetado e importante como el Superior Tribunal de Justicia que deberĆa resolver imparcialmente en el litigio que en esa instancia se lleva adelante. AdemĆ”s, se adjunta una imagen tomada hace 16 aƱos, cuando Joe Lewis adquirió las tierras a la familia
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