La fórmula de la Coca Cola

La fórmula secreta en un antiguo libro de boticario. La fórmula de la Coca Cola

El genial Osvaldo Soriano, periodista y escritor que supo vivir en el Alto Valle de Río Negro, escribió hace 25 años en la revista "Crisis" una larga e imperdible nota sobre la Coca Cola a la que tituló como "La historia de un símbolo del capitalismo moderno".

"John Pemberton tiene treinta y un años cuando la Guerra de Secesión termina. Se había batido a las órdenes del General Joe Wheeler en Georgia, y la derrota del Sur lo dejó en la miseria. Ex estudiante de farmacia, Pemberton es un apasionado de la alquimia en un tiempo en el que casi todo está por inventarse. En 1869, casado con Clifford Lewis, hastiado de la vida pueblerina de Columbus, decide instalarse en la capital del estado, Atlanta.

"Pemberton es, sin saberlo quizás, un pionero americano. Su pasión en la época de los inventores, es la búsqueda de nuevos medicamentos para enfermedades vulgares. Falto de recursos, interesa en sus investigaciones a dos hombres de negocios, Wilson y Taylor. Por entonces no hacían falta demasiados argumentos para promover las inversiones, el farmacéutico había adquirido cierta celebridad con sus jarabes para la tos, sus pastillas para el hígado y sus lociones contra la caída del cabello, productos inútiles pero de excelente venta en los pueblos del Lejano Oeste.

"Wilson y Taylor decidieron apostar al dudoso genio del entusiasta Pemberton, pero tomaron ciertas precauciones: una parte de la inversión serviría para abrir un drugstore y la otra para financiar la alquimia de Pemberton. Esa extraña conjunción –bar más laboratorio de investigaciones 'científicas'- iba a revelarse como una amalgama genial, las bebidas sin alcohol comenzaban su desarrollo en los estados calientes del Sur. Limonadas y naranjadas conocidas desde la antigüedad, sufrieron la competencia de los más extravagantes brebajes de los cuales sólo el de Pemberton iba a sobrevivir".

Y sobre la creación de "ese tónico efectivo para el cerebro y los nervios", la amena prosa de Soriano expresa que "En la trastienda de su drugstore, el farmacéutico trabajará diecisiete años, desbordante de ambición y entusiasmo. En 1880, para hacer frente al progreso compra una fuente de soda, colosal aparato de ocho metros de largo, que permite a la clientela elegir entre decenas de grifos por donde chorrean empalagosas bebidas multicolores. Los vecinos, sobre todo los chicos, se amontonan frente a los bares para saborear las pociones que cada alquimista inventa la noche anterior. Ninguna fruta, ninguna planta silvestre se salva de ser exprimida, diluida en agua, mezclada con jarabes de dudosa procedencia.

"Entusiasmado por las posibilidades del negocio, decepcionado quizá por su fracaso en el campo de la medicina, Pemberton decide retomar una vieja fórmula utilizada en Senegal y Cayena, mezcla de vino y extracto de coca. Se propone lograr un jarabe tonificante, que alivie el dolor de cabeza, la melancolía de los viajeros y los efectos de la borrachera. Descarta el alcohol y se sumerge en una febril búsqueda de hierbas y frutas antes desdeñadas. Mezcla, agita, deja reposar, prepara un fuego de leña, calienta su brebaje en una vasija de cobre, le agrega azúcar, cafeína, hojas de coca, y el 8 de Mayo de 1886, descubre, sin saberlo todavía, lo que iba a ser el más gigantesco símbolo del capitalismo moderno: la Coca Cola".

Pero en estos meses la popular marca de gaseosas ha dado que hablar nuevamente pues en base a la foto de un viejo aviso publicado en 1979 se ha revelado lo que sería la fórmula secreta de la bebida más popular del mundo. La imagen muestra una lista de ingredientes escrita a mano en 1886 por un amigo de John Pemberton en un antiguo libro de boticario. Y cita entre los ingredientes ya conocidos a 85 gramos de ácido cítrico, 70 gramos de agua, 28 gramos de cafeína, 28 gramos de vainilla, casi un litro de jugo de lima, 42 gramos de caramelo y un poco de azúcar y la sorprendente revelación de la sustancia 7X, que sólo representa el 1% del brebaje: 226 gramos de alcohol, 20 gotas de aceite de naranja, 30 gotas de aceite de limón, 10 de aceite de nuez moscada, 5 de aceite de cilantro, 10 de aceite de naranjo amargo y 10 de aceite de canela.

Al respecto los directivos de la empresa negaron que esta versión de la fórmula fuera la verdadera y afirmaron "que la receta oficial sigue guardada en una cámara de seguridad bajo una clave que sólo conocen dos empleados".

Según la leyenda Soriano escribía "que los tres hombres que conocen la fórmula mágica vivirían en ciudades diferentes, jamás viajarían en un mismo avión ni asistirían juntos a las reuniones de directorio".

Mitos y verdades se confunden con el famoso brebaje de Pemberton. Otro muy difundido a nivel popular y que aseguran completamente comprobado es que poniéndolos en la gaseosa ablandaría tornillos y engranajes oxidados.

¿Será este redescubrimiento de la presunta fórmula secreta de la Coca Cola otro ardid publicitario de la empresa para vender más?

Quizá por eso, en la central de Atlanta se comenta, entre sonrisas de complicidad, que "el único competidor serio de la Coca Cola es, hoy por hoy, el agua que sale de la canilla".

(*) Escritor. Valcheta
JORGE CASTAÑEDA (*)