Saquean el edificio de la Escuela 314 de Rincón

Estaba cerrada por cuestiones de seguridad. Lo que quedaba fue robado en pocos meses.

Lejos de parecer una escuela, las ruinas dan cuenta de los robos sufridos. -

Es un nuevo capítulo del conflicto que rodea a la primaria de la localidad, donde los alumnos cursan en un tinglado y en trailers.

 El antiguo edificio de la Escuela 314 está a punto de quedar completamente desmantelado luego que se robaran chapas, puertas y ventanas, además de la destrucción de vidrios, tanques de agua y el alambrado perimetral.

Tan sólo restos de mampostería, algunas chapas y ventanas están sobreviviendo al saqueo intempestivo al que están siendo sometidas desde hace meses las instalaciones que habían dejado de ser utilizadas como escuela por serios peligros de electrificación y falta de mantenimiento, hace algunos años.

Por el momento, no solamente no comienza la construcción de la escuela nueva, comprometida por el gobierno provincial, sino que la antigua construcción prefabricada en la que funcionó durante muchos años se encuentra en ruinas y al borde de su destrucción total.

Mientras tanto, los alumnos deben tomar las clases en un tinglado preparado para actividades físicas y en trailers que acondicionaron como aulas de manera provisoria pero que comenzarán a transitar el tercer año de uso.

“A toda hora se veía gente que venía a robarse las chapas, puertas y ventanas”, sostuvo una vecina de ese sector acerca de lo que sucede.

Las ruinas del edificio, en la oscuridad de la noche, terminan, además, conformando un espacio peligroso para la seguridad de los vecinos. “También servía de aguantadero de malandras, quienes durante la noche se reunían para tomar alcohol o drogarse, hacían fuego y se quedaban toda la madrugada”, aseguró la vecina, quien detalló que “la Policía muchas veces tuvo que sacar a adolescentes y jóvenes que ingresaban a ese predio que ya está punto de venirse abajo”.

Desde la Comisaría 35 aseguraron que “hasta el momento nadie se acercó para hacer una denuncia de robo de los elementos que estaban allí”, pero confirmaron las intervenciones por temas de seguridad. “Hemos actuado muchas veces sacando gente y evitando que se transforme en un lugar que genere inseguridad”, se indicó.

La ubicación del edificio desmantelado coincide con calles con poca iluminación y linda con un descampado que sirve de cancha de fútbol, aportando otro ingrediente de inseguridad al panorama.

Ni desde la escuela, ni desde ningún estamento del Estado se expresaron en referencia a lo que ocurre con el corroído edificio.