En las localidades rionegrinas, personal de Salud desarrollará acciones dirigidas a la comunidad con el propósito de difundir información necesaria para el control de esta enfermedad infecciosa y contagiosa, que afecta principalmente a los pulmones por la incidencia del Bacilo de Koch. La misma aqueja la salud de más de 8 millones de personas a nivel mundial. En Argentina, se diagnostican 10 mil casos nuevos por año. La detección temprana facilita el abordaje y tratamiento de la enfermedad. (Ampliar en más información)
En 2011, según informaron desde provincia, se diagnosticaron en Río Negro 45 nuevos casos de Tuberculosis. De ese total de pacientes, el 88% culminó exitosamente el tratamiento médico. Este indicador mejora el 85% establecido por la Organización Mundial de la Salud como meta a cumplir.
La estadística de 2012 demuestra que en los hospitales de Río Negro se diagnosticaron 75 nuevos casos, con un tratamiento de seis meses de duración que impide evaluar por el momento la tasa de cumplimiento. Incluso, su evaluación final se realiza un año después de haberlo finalizado.
El aumento de casos que se ha evidenciado es atribuible a la intensificación de los controles por parte de Salud Pública, lo que ha permitido mejorar el número de notificaciones y la búsqueda activa de las personas que la padecen.
Los resultados obtenidos en Río Negro también exhiben una importante reducción del 10 por ciento en la tasa de mortalidad, como así también que no se registraron muertes, ni casos, por meningitis tuberculosa en menores de 5 años.
El Ministerio de Salud suministró tratamiento y supervisó al 100% de los casos diagnosticados, lográndose que el 85,3 por ciento de las personas afectadas superara la enfermedad.
En lo que respecta a la vacuna BCG, que protege a los recién nacidos y menores de 3 meses de contraer enfermedades pulmonares (como la tuberculosis), el sistema sanitario público de Río Negro logró la cobertura del 92,2% de esa población infantil.
Contagio
El contagio de la tuberculosis se da, principalmente, de persona a persona a través de las gotas cargadas de bacilos que produce la tos y expectoración de la persona enferma.
Para que el riesgo de contagio suceda, el enfermo debe permanecer en contacto más de 4 horas en lugares cerrados y poco ventilados. Por esto, es muy importante que en todos los hogares se ventile e ilumine con luz natural.
Es importante destacar que no se contagia por estrechar la mano, abrazar, compartir utensilios, mate y ropa de cama de la persona enferma porque la bacteria se disemina por el aire.
Si se registran la permanencia de tos y catarro por más de 15 días, baja de peso, cansancio y fiebre, consulte al centro de salud más cercano para obtener un diagnóstico médico y, en caso de detectarse tuberculosis, realizar el tratamiento que es gratuito en todo el país.
Cabe mencionar que todas las personas pueden contraer tuberculosis. De todos modos, los grupos más vulnerables son los sectores poblacionales con condiciones de vida desfavorables; la población privada de la libertad, los afectados con VIH-Sida y otras enfermedades asociadas, como la Diabetes.
Además, factores como la estigmatización y la discriminación, hacen al sub diagnóstico y aumentan su diseminación.
Para evitar la enfermedad es fundamental generar una alianza estratégica multisectorial entre hospitales, centros de salud, organismos estatales y organizaciones no gubernamentales que involucre a distintos actores para un abordaje integral en la lucha contra la tuberculosis.
