No acostumbra retar a un ministro frente a la militancia, ni a ironizar sobre algo que haya dicho o hecho. Acostumbra, mĆ”s bien, a decir todo lo que haya que decir en la GobernaciĆ³n o en la Residencia de la Costa, su reducto junto al Limay.
Pero ayer el gobernador bajĆ³ algo de lĆnea. MarcĆ³ el territorio de lo que para Ć©l serĆa el comportamiento aceptable de un funcionario suyo frente a la prensa. Ante un millar de militantes del sector azul del MPN que lo respaldaron en el gimnasio del barrio Provincias Unidas (“El gigante del Este”), se refiriĆ³ a las declaraciones del ministro Alfredo RodrĆguez en la entrevista publicada el lunes en LM NeuquĆ©n. Las palabras del “revuelo”, como las llamĆ³ Sapag, aquellas con las que el titular de Desarrollo Social dijo que “hay gente que tiene hijos para cobrar planes sociales”.
Sapag fue irĆ³nico con su ministro, que no estaba en el acto (tampoco la vice Ana Pechen ni los ministros Leandro Bertoya ni Guillermo Coco). Se preguntĆ³ en quĆ© lugar estarĆa, porque allĆ no, y recordĆ³ que se habĆa ido de “vacaciones” y que “tomĆ³ distancia”. Y agregĆ³: “El pez por la boca muere”, como refiriĆ©ndose al tenor de la boca de RodrĆguez. Enseguida aƱadiĆ³ que espera que las elecciones internas del MPN sean entre el 30 de noviembre y el 14 de diciembre. Sobran las razones para pensar que, finalmente, serĆ” asĆ. Faltan casi dos meses, muy poco (pero tanto...) en tĆ©rminos polĆticos, un camino que, estĆ” claro, el gobernador quiere transitar del modo mĆ”s apacible que se pueda, con los frentes internos controlados y sin polĆ©micas provocadas por sus funcionarios. No vaya a ser cosa que anden tirando tĆtulos por los diarios.